El Museo Thyseen-Bornemisza acoge la muestra El
surrealismo y el sueño. El surrealismo no es solamente un movimiento artístico
más, sino una actitud ante la vida que tiene su clave principal en la visión de
imágenes interiores a las que se llega por el flujo del deseo. Sus
planteamientos han influido de manera decisiva en todo el arte posterior y en
la sensibilidad contemporánea. La exposición El surrealismo y el sueño, que
abre sus puertas el próximo 8 de octubre en el Museo Thyssen-Bornemisza,
pretende mostrar que esa huella tiene su raíz más profunda en la vinculación
surrealista entre el sueño y la imagen. Con un total de 163 obras de los
grandes maestros surrealistas -André Breton, Salvador Dalí, Paul Delvaux, Joan
Miró, René Magritte, Max Ernst, Jean Arp o Man Ray-, la muestra propone una
presentación temática de la aproximación plástica de los artistas surrealistas
al universo onírico. Ya Goya, un siglo antes, había representado el sueño como
un ámbito de la realidad humana, sin las connotaciones sobrenaturales o míticas
con las que había sido mostrado en el arte anterior, y es él quien abre la
senda que abordarán luego los surrealistas. La principal aportación de este
movimiento a la concepción artística del sueño es que deja de ser considerado
un vacío para ser entendido como la otra mitad de la vida, un plano de
experiencia consciente que enriquece el mundo interior, el objetivo de los
autores surrealistas. En este movimiento los artistas encontraron, por primera
vez, una posición protagonista más allá del papel de musas, algo que destaca la
muestra, con piezas de Dora Maar, Leonor Fini, Dorothea Tanning, Meret
Oppenheim o Leonora Carrington. (Fuente Diario Expansión, Edición Digital, 08-09-2013)
Enlace: El Cultural.es - Diario El Mundo
Salvador Dalí: La miel es más dulce que la sangre, 1941
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Joaquín Ruiz Abellán